jueves, 28 de marzo de 2013

INFORMACIÓN, IMAGEN Y PERIODISMO



INFORMACIÓN, IMAGEN Y PERIODISMO



La esfera política mediante los medios posibilita una serie de situaciones que recrean un ambiente complejo con una dificil aproximación metodológica.  El contexto actual donde se mezclan variables como: la manipulación, los medios, la opinión pública y el marketing; provocaron una serie de tensiones tanto nacionales como internaciones con respecto a la relación medios/política.

La sociedad ha cambiado y los medios de informarse de las dinámicas sociales también cambiaron. Hace tiempo el uso masivo de diarios era común pero con la aparición de la televisión esto cambio drásticamente. Hoy, la mayoría de la población de informa gracias a la televisión. El valor de la imagen se maximizó y se colocó en un pedestal bastante firme. Hoy en dia, la mayoría de la población nacional tiene acceso a la televisión y es hasta valorada como un bien de necesidad primaria.

Con el incremento de teleespectadores, también aumenta el valor que socialmente se le da a la imagen. Ésta tiende a formar parte del tiempo de vivencia de las personas que las reciben. El medio detiene los tiempos y los controla, logrando que lo temporoespacial deje de preocupar al televidente. Lo que ayuda a el aumento de su arraigo.

Pero, ¿Qué sucede con la imagen en nuestra vida cotidiana? La imagen también concreta aspectos un tanto negativos, entre ellos la visión que se tiene como una realidad al cien por ciento, donde se niega la posibilidad de que la imagen mienta. Además la rapidez de su aparición nos brinda una mirada sincopada donde se apela a la rapidez y a la cuantificación de la imagen dejando a un lado la cualificación y razonamiento.

Lo anterior trae otra serie de problemas donde se da el sesgo de información y de visión de las situaciones pues al carecer de pocos recursos y al ser el medio masivo más accesivo, la imagen es el medio más recurrido, sin embargo la visión de los poderes económicos está presente y protegida.

El autor afirma con verdad que de esta manera, la visión de la realidad compartida por millones de espectadores esta sometida al filtro de una presentación que refiere a lo afectivo y emocional.

Ahora, el tema de lo mercantil toma importancia, ya que la televisión como medio de comunicación masiva esta supeditaba al mercado económico y por tanto fluyen los intereses propios de ese sistema. En este sentido, la televisión hace comercio con las imágenes que atraen y conmocionan al auditorio.

Lo más lamentable de todo es que la imagen tiene todas las posibilidades de mentir, situación impensable por el auditorio que mira ciegamente la verdad de lo que observa. Así, la información que en su momento posibilitaba el razonamiento, ahora es contrarestada por una imagen que anestesia el razonamiento. Ya no se esperan sujetos con posibilidades de pensar sino por el contrario sujetos que tengan la facilidad de obedecer y aceptar su realidad.

La imagen ya no existe sino mas que desde el punto de vista del poder. Esto quiere decir que lo comercial y las inclemencias del mercado hacen del proceso de comunicación un verdadero negocio apegado a las esferas políticas.

El papel de los medios entra en una gran crisis de recesión y desorientación. El periodista sufre de grandes problemas de apropiación y de identidad, con las nuevas tecnologías de comunicación e información, aparecen paradojas propias de todos los sistemas. La sobre-información también es desinformación. La inmediatez surge como un problema de corroboración de fuentes y el estrés de los tiempos en medios electrónicos crea serios problemas de estrés derivados en conformismo por las agencias internacionales de información que muestran su visión de los sucesos.

Como se planteo anteriormente la información se vuelve una mercancía, lo cultural se ha perdido. Ahora importa lo que atrae más espectadores, se apela a la búsqueda de máxima audiencia sin importar el contenido de lo que se presenta. Lo económico arrasa con las ideas humanas de proporcionar información para la vida en sociedad. Ahora los géneros mas recurridos son los reality shows y las noticias con el presentador estrella.

La imagen se escoge en función del impacto que atraerá a mayor audiencia, siempre esperando ganarle a la cadena televisiva contraria. Es tanto el grado de importancia, que el titulo ha sido reemplazado por la imagen del dia. El fin es ganar dinero. La publicidad impera en este juego de poderes.

La imagen llega a salvar el dia a los dueños de los medios masivos de información pues ha logrado tal importancia que es imposible negar la facilidad de su ejecución.

El capitulo siguiente comienza con una gran afirmación: “se da la mercantilización del producto cultural, los medios están cada vez mas sometidos a las reglas del marketing”. No debemos olvidar que su fin último es ganar dinero.

Como se había planteado antes, la prensa escrita pierde seguidores. Los medios están sometidos y van perdiendo su credibilidad pero la imagen aparece como una prueba de la verdad observable.

Los medios de comunicación han hecho que la información se aprehendida como una puesta en escena que carece muchas veces de veracidad. Todo lo anterior nos lleva a procesos paradójicos con respecto a la posibilidad de informar en la actualidad. Ahora el discurso apela necesariamente a lo emotivo, cuando debería apelar a la razón, pero la lógica de mercado llevo por otros rumos a la comunicación.

 El periodista funge aquí el papel de regulador del espacio público, su tarea no es sencilla. Además de ser un ejercicio peligroso, tiene una gran cantidad de limitantes que van desde el tiempo hasta los recursos económicos. Con esto podemos plantear una gran situación, la visión del mundo se encuentra reducida y se debe buscar la ampliación de esta para mejorar nuestras condiciones de información y relación entre similares.

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