jueves, 28 de marzo de 2013

Una aproximación al movimiento estudiantil chileno



INTRODUCCIÓN

Chile vive procesos históricos muy importantes, durante varios años se presentó al país como una región estable tanto política como económicamente, pero en el 2011 se dieron una ola de movilizaciones donde se exponen los problemas más significativos.
En este contexto surge “La movilización estudiantil de 2011”, misma que  corresponde a una serie de manifestaciones realizadas a nivel nacional por estudiantes universitarios y de secundaria de Chile desde mayo de 2011 hasta la actualidad. Estas han sido consideradas como las movilizaciones más importantes de los últimos años y una de las mayores desde el retorno a la democracia.

Simple y sencillamente, esta es la Movilización Estudiantil más grande y extensa de la historia del país.
DESARROLLO
Las movilizaciones nacieron por parte de estudiantes que rechazaban el sistema educacional chileno, que provee una amplia participación del sector privado respecto a la del Estado. La situación es la siguiente:

“Actualmente, solo el 25% del sistema educativo es financiado por el Estado, mientras que los estudiantes aportan el otro 75%.

Desgraciadamente, este sistema fue originado durante la dictadura de Augusto Pinochet a lo largo de los años 1980 finalizando con la promulgación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) cuatro días antes de entregar el poder. Como se puede ver, esta ley dejó al Estado en un rol regulador, delegando gran parte de la enseñanza al sector privado. Tras la movilización de 2006, conocida como la "Revolución pingüina", la LOCE fue reemplazada en 2009 por la Ley General de Educación, que no trajo cambios significativos a la ley anterior.
Las primeras movilizaciones fueron convocadas en Santiago por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), organismo que agrupa a las federaciones de estudiantes de las universidades que integran el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas —conocidas como "tradicionales"— para los días 28 de abril y 12 de mayo de 2011, en reclamo por el financiamiento, retrasos en la entrega de becas y problemas con la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE).

Durante el mes de junio, los estudiantes convocaron a sucesivas marchas en las principales ciudades de Chile, alcanzando gran convocatoria y demandando reformas al sistema educacional chileno que fortalecieran el rol del Estado en la educación. Luego de un mes de paralizaciones, el gobierno presentó su primera propuesta, estableciendo un nuevo fondo para la educación y facilitando el acceso a créditos universitarios. Las principales organizaciones rechazaron la propuesta demandando medidas más de fondo. Sucesivas propuestas del gobierno abrieron la posibilidad de reformas al sistema, como la desmunicipalización de la educación secundaria o un cambio constitucional que asegure la calidad en la educación, pero no fueron consideradas suficientes por los estudiantes.

Los principales voceros del movimiento universitario han sido los presidentes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Camila Vallejo y Gabriel Boric y los presidentes de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC), Giorgio Jackson y Noam Titelman. A pesar de que los anteriores fueron indiscutidamente los principales líderes, también tuvo un rol bastante participativo Camilo Ballesteros, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile (FEUSACH). Paulatinamente, estudiantes secundarios se sumaron a las movilizaciones y comenzaron a realizar tomas en sus colegios, repitiendo las acciones de la "Revolución pingüina".

Representando a los estudiantes de Educación Media está la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES) y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES). A medida que la movilización fue creciendo, se incorporaron por primera vez estudiantes de colegios particulares pagados, Centros de Formación Técnica (CFT), Institutos Profesionales (IP) y universidades privadas, es decir, los miembros de prácticamente todo el sistema educacional chileno.

UNA MANERA DE ABORDAR LA SITUACIÓN

Al hacer un recuento de lo que ha ocurrido en América Latina, encontramos situaciones interesantes. Diversos investigadores especializados en el tema, plantean que América Latina es la región del mundo donde se aplicaron con mayor profundidad y constancia las políticas neoliberales. Preocupante situación porque los modelos sociales no coinciden con lo que económicamente se quiere imponer y las naciones en vías de desarrollo se ven con grandes problemas estructurales que atrasan su desarrollo pleno.

El caso chileno es interesante porque es el país más neoliberal de la región más neoliberal del mundo. Este modelo económico impacta, por supuesto, económicamente la sociedad chilena y se filtra en las demás esferas de la sociedad, reconfiguran el campo y el alcance de los sistemas políticos, e intervienen sobre el ámbito cultural e ideológico, transformando las condiciones de reproducción de subjetividades e identidades.

En este país, a lo largo de 30 años, las políticas neoliberales consiguieron privatizar casi la totalidad de los servicios básicos (agua, luz, transporte), el sistema de pensiones e importantes sectores de la Salud y asimismo, la Educación.

De esta manera, con el paso del tiempo se propicio un país con mejoras en los servicios, pero simplemente para quienes los pueden pagar. La idea de una sociedad educada para la mejora del país no es preocupante para los dirigentes políticos. Lamentablemente, las mayorías son excluidas.

Aunado a todo ese pseudo-desarrollo, las tasas de ganancias de los grandes grupos económicos eran las más altas de la historia y al mismo tiempo el país se ubicaba entre las peores 12 del mundo con respecto a la distribución del ingreso del país.

El país tenía algunos años de haber salido de una dictadura legitimada por la coacción miliar. Sin embargo, es contradictorio que cuando la dictadura terminó hubo un proceso de negociación en la que los gobiernos subsecuentes continuaron instalando políticas neoliberales que fueron iniciadas en la dictadura. La ciudadanía fue excluida del proceso de reconstrucción democrática.

En lo que a la educación respecta, chile se conformó como un laboratorio de aplicación de fórmulas neoliberales. Entre las acciones de estas formulas encontramos:

aa)    El diseño de un sistema de financiamiento basado en subsidios estatales portables para los alumnos del sistema escolar independientemente de si ellos asistían a establecimientos de administración pública o privada.

bb)    La privatización de un número creciente de escuelas.

cc)    La promoción de mecanismos de competencia de tipo mercado entre las mismas.

dd)    El desmantelamiento de la educación pública y el poderío de los dueños de colegios, que reciben subvención estatal, para lucrar con dichos dineros, cobrar a las familias y seleccionar estudiantes.

Este singular sistema, además, quedó amarrado por una ley con rango constitucional, promulgada por la dictadura militar días antes de dejar el gobierno y ha generado graves problemas de calidad educacional, inequidad y un inédito fenómeno de segmentación sociocultural entre las escuelas chilenas.

De esta manera la educación en chile, está bastante influenciada por una ideología que da una importancia indebida a los mecanismos de mercado para mejorar la enseñanza y el aprendizaje y parece estar conscientemente estructurada por clases sociales.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

En toda movilización los medios de comunicación representan un elemento importante dentro del proceso de socialización.

Mientras medios de comunicación internacionales como El País de España y The New York Times han analizado las manifestaciones estudiantiles en Chile desde el punto de vista de su masividad y demandas, comparándolo incluso con la “primavera árabe” por el periódico estadounidense, la cobertura de la mayoría de los medios nacionales ha recibido diversas críticas.
Los medios nacionales se presentan subjetivos en contra del movimiento. La presidenta del Observatorio de Medios, Fucatel, Manuela Gumucio, afirmó que los medios locales eran tendenciosos, pues durante un reportaje sobre una marcha del movimiento, “el 90 por ciento del reportaje, que era muy reiterativo, mostró imágenes de asaltos y autos quemados”, situaciones muy negativas de las protesta.
Es claro que asociar el movimiento a desorden y hechos de violencia es un reduccionismo del fenómeno que no contribuye a controlar la crisis ni mejorar las condiciones.
Sin embargo, la credibilidad de los medios se vio algo afectada y a pesar de la situación tendenciosa, los estudiantes pudieron instalar ciertas frases clave a través de los medios de comunicación.
Al respecto, los estudiantes movilizados han indicado en diversas ocasiones que los principales medios de comunicación del país han actuado de forma tendenciosa en contra de las manifestaciones. Dentro de las principales acusaciones están la asociación realizada por medios de prensa entre las reivindicaciones estudiantiles con los incidentes ocurridos durante las marchas y que han dejado centenares de detenidos.
Así, por ejemplo, fue denunciada la utilización de la fotografía de un encapuchado por 24 horas, el noticiero de la estatal Televisión Nacional de Chile, durante varias notas respecto a las movilizaciones, incluso en algunas que no estaban relacionadas con las marchas. La denuncia fue recibida por el Colegio de Periodistas e inició una investigación en su tribunal de ética, mientras el directorio del canal reconoció el error y responsabilizó al editor de prensa.

La Asociación Chilena de Organismos No Gubernamentales presentó ante el Consejo Nacional de Televisión un reclamo contra Canal 13 por un extenso reportaje de Constanza Santa María titulado "La otra cara de las marchas" y enfocado en los incidentes producto de la marcha estudiantil del 15 de junio. La organización manifestó que la nota pretendía "criminalizar a los movimientos sociales" y presentaba "un grave sesgo que atenta contra el pluralismo, la democracia y la paz social".

Otras denuncias apuntaron a una supuesta censura respecto a las movilizaciones, poniendo como ejemplo que ni TVN ni Canal 13.

El 22 de agosto, el periódico Las Últimas Noticias colocó como titular «Camila Vallejo no quiso mover la colita» acompañado de una foto de la dirigente en el contexto de su discurso en la «Marcha de los remolinos». La frase, referida a un movimiento de carácter sensual de las nalgas, provocó duras críticas contra el medio por su contenido calificado como machista. La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile condenó la portada diciendo que era «sexista», agregando que la portada “agrede al movimiento [,] agrede a Camila Vallejo [y] agrede a las mujeres”.
PROPUESTA
Para pasar a una nueva fase de la lucha contra la educación de mercado el movimiento estudiantil necesita resolver varios problemas fundamentales:

·         Primeramente, debe dotarse de un petitorio unificado que garantice la unidad de todos sus componentes, base para un proyecto educacional alternativo al actual modelo y a las reformas superficiales propuestas por el duopolio hegemónico del poder político (Coalición y Concertación).

·         Al mismo tiempo debe superar los peligros que lo acechan desde su derecha y desde su “izquierda”. El movimiento estudiantil debe preservar su independencia frente a los cantos de sirena que la Concertación redoblará en un año de elecciones para intentar ponerlo a su remolque y captar el capital político conquistado durante las movilizaciones.

·         Sin atribuirse roles mesiánicos, el movimiento estudiantil puede desarrollar acciones pedagógicas de politización hacia el resto de la sociedad chilena. En buena medida ya lo hizo durante las grandes movilizaciones del año pasado.

·         Es altamente probable que durante el presente año las movilizaciones por la educación pública asuman formas distintas que en el 2011. Sacando lecciones de la experiencia acumulada, varios líderes estudiantiles han estimado que la estrategia basada en prolongados paros, tomas de establecimientos educacionales y marchas, si bien dio sus frutos, tuvo sus límites y no necesariamente constituirá la mejor línea de acción en los próximos meses.

CONCLUSIONES
El movimiento social por la educación del 2011 es un eslabón dentro de varios otros hitos que han ido transformando la sociedad chilena estos últimos tiempos, desde la dictadura hasta hoy, pero con especial fuerza en el último año, en los que se incluye las movilizaciones de pobladores y ambientalistas, así como la lucha del pueblo mapuche y de las minorías sexuales, entre otras.

De la misma manera, es un movimiento social que ataca las raíces del supuestamente exitoso “modelo chileno”, ya que cuando se regresa a la democracia no hubo grandes cambios con respecto a la dictadura, sino que fue administrado por la concertación de partidos por la democracia, coalición de centro izquierda que más bien profundizó el modelo económico heredado de la dictadura.

Además, el movimiento puede ser concebido como antineoliberal, ya que vuelve a poner en la discusión el rol del sector público frente a los derechos sociales y crítica el rol del preponderante entregado al mercado.

Podemos decir que, sin duda, el movimiento de chile por la Educación fue de gran impacto político, social y cultural dentro del territorio chileno y aún sigue vigente.

A pesar de que logro muy poco, casi nada en el plano reivindicativo, ya que el gobierno simplemente hizo reformas superficiales al modelo de “educación de mercado” que antes ya habíamos planteado. Pues, claramente no se podía satisfacer el petitorio de los estudiantes y sus aliados porque se pondría en riesgo todo el modelo neoliberal.

Sin embargo, este movimiento fue exitoso en términos de instalar en la opinión pública la preocupación por la educación como tema de prioridad nacional, cuestionando características esenciales del modelo imperante como el lucro, la desigualdad y el rol meramente subsidiario del Estado.

Los componentes del movimiento por la educación pública, especialmente los estudiantes, contribuyeron de manera notable durante el año 2011 exponer el modelo neoliberal impuesto por la dictadura y consolidado por los gobiernos de la Concertación.

Su aporte no se limitó al plano de la educación, también significó una crítica implacable -a veces demoledora- de la institucionalidad y de las prácticas políticas imperantes en el Chile postdictatorial.

La “clase política” sin distinciones de partidos ni bloques fue sometida a la crítica más incisiva de las últimas décadas y su nivel de desaprobación ciudadana alcanzó porcentajes récords.

Sin embargo, con todo esto, los estudiantes no consiguieron los puntos principales de sus petitorios. La intransigencia del gobierno, que apostó a la represión, la manipulación mediática, las presiones políticas y financieras sobre los establecimientos públicos educacionales, además del cansancio y desgaste natural de estudiantes, profesores y funcionarios de la educación luego de largos meses de paros, tomas, asambleas y manifestaciones, puso término a este primer período de movilizaciones con resultados ambiguos y sentimientos encontrados de sus protagonistas.

El movimiento es considerado como uno de los más fuertes desde el retorno a la democracia y, en conjunto con otras manifestaciones ocurridas durante el segundo año del gobierno de Sebastián Piñera, fueron interpretadas como parte de un movimiento social mayor que demanda reformas sustanciales al modelo económico y político establecido durante la dictadura militar que gobernó Chile entre 1973 y 1990 y que se mantiene por más de veinte años sin cambios sustanciales, con el fin de reducir la fuerte desigualdad de ingreso existente en el país.

No hay que dejar de lado ciertos logros, como que tras dos meses de paralizaciones, una reconocida encuesta de opinión pública cuantificó el respaldo que la movilización estudiantil ha suscitado en la ciudadanía, estableciendo la existencia de un fuerte apoyo de la población (cerca de un 70%) a las principales demandas del movimiento. El gobierno, en tanto, entró en una crisis que derivó en una caída histórica en la aprobación presidencial y la realización de sucesivos cambios de gabinete.

Es posible pensar que en el mundo, con todas las movilizaciones que surgen dia con dia, vivimos un período pre revolucionario, es así que los movimientos sociales no deben participar en el juego político institucional, tienen que construir su propio espacio de poder lejos del Estado, en lo posible ignorándolo, para concentrarse en potenciar su identidad y memoria y en el desarrollo de recursos propios.

Asimismo, los movimientos sociales populares (en este caso el estudiantil) sólo deben deliberar (permanentemente), concordar, imponer y no tranzar  Los partidos políticos no son necesarios -ni ahora ni más tarde- desde el momento en que las ‘bases ciudadanas’ ejercen su soberanía



FUENTES:
Smink, Verónica (Miércoles, 10 de agosto de 2011). «Las razones de las protestas estudiantiles en Chile». BBC Mundo. Consultado el 10 de septiembre de 2012.
González, Juan  et. Al. “PERSPECTIVAS Y SIGNIFICADOS DEL MOVIMIENTO NACIONAL DEESTUDIANTES SECUNDARIOS CHILENOS”, Observatorio Chileno de Políticas Educativas, Universidad de Chile 2012.


[1] Smink, Verónica (Miércoles, 10 de agosto de 2011). «Las razones de las protestas estudiantiles en Chile». BBC Mundo. Consultado el 10 de septiembre de 2012.

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